Trabajando para fortalecer la tranquilidad en el Distrito 7

 

Tatiana Rodríguez Vargas

Con el Cristo en la boca, así era la vida cotidiana de los pobladores de Villa Libertad, donde el pan de cada día eran los pleitos de pandilla, los robos en sus diferentes modalidades,  sin dejar atrás la zozobra al momento de dirigirse hacia sus trabajos, dejar a los niños a sus escuelas o realizar alguna diligencia.

Parecía que era una pesadilla de nunca acabar, sin embargo ahora es otra realidad, gracias a las diferencias acciones policiales que se vienen realizando para garantizar la tranquilidad de este sector perteneciente al Distrito 7 de Managua.

“Antes eran pandillales, sufríamos, pero ahora ya no”, menciona doña Consuelo del Carmen Guido, quien vive desde hace 43 años en Villa Libertad, desde que se fundó este populoso barrio capitalino.

 

Emocionada comparte que ya disfruta el sosiego y ahora “nos sentimos protegidos porque nos vamos a dormir tranquilos”.

Don Marvin Briones, es otro poblador de esta zona, cuenta con un taller de enderezado y pintura, agradece esta labor permanente de la Policía y que el actuar delincuencial ha reducido a gran escala.

“Aquí la Policía siempre nos apoya cuando hay algo inusual y siempre el Jefe de Sector está pendiente de la zona”,  asegura que esto permite “llevar buenas relaciones de trabajo, porque el poblador necesita de la Policía, estamos al habla en cualquier evento inusual, se le hace el llamado y están los oficiales”, afirma Briones.

Más de 191,000 personas habitan este Distrito que está conformado por 39 barrios, lugares donde la presencia de los oficiales de la Policía Nacional permite fortalecer la seguridad de los pobladores, comerciantes y transeúntes.

“Está normal porque aquí pasa la Policía a cada rato y eso es lo bueno que la Policía lo esté resguardando a uno, bueno a toda la ciudadanía resguardan”, dijo don Cruz Escalante Mayorga, al momento que estaba arreglando las frutas y verduras que oferta en una de las calles de Villa Libertad.

Escuelas seguras

A las 6:15 de la mañana ya están ubicados los oficiales en las entradas de los diferentes centros educativos, garantizando la tranquilidad y seguridad a toda la comunidad estudiantil.

Labor que se evidencia en el Colegio Público Edgar Arvizú, donde los azulitos están vigilantes para la prevención del delito que pueda afectar a los estudiantes, padres de familia y docentes.

Esto significa “primero que todo la seguridad de nuestros protagonistas, de la forma que nos ayudan a cruzar las vías, saben que esta calle es muy transitada, entonces hay mucho riesgo, pero gracias a este acompañamiento que nos da la Policía Nacional nos sentimos seguros y tenemos la satisfacción de que ellos van y vienen con seguridad”, expresó la profesora Flor Cuadra Acuña, quien funge como directora del colegio.

El patrullaje a pie y motorizado, las visitas de los Jefes de Sector, asistir de manera inmediata al llamado de emergencia y la atención a la ciudadanía que llega a requerir de un servicio policial, son algunas de las acciones policiales que realizan los centinelas para fortalecer la paz, tranquilidad y seguridad de las familias del Distrito 7.